RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS CON OTROS
Los
conflictos interpersonales son aquellos conflictos que tenemos con otras
personas por falta de sociabilidad, empatía o escasa inteligencia emocional. Los
conflictos interpersonales pueden ser por uno mismo y su falta de inteligencia interpersonal.
Trabajar con otras personas implica
convivir con diferentes necesidades, objetivos, valores, conocimientos,
recursos, lo cual hace que los conflictos sean, prácticamente, inevitables.
Según la Real Academia Española, un conflicto es un antagonismo, una pugna, una oposición. Ocurre
cuando dos o más valores, perspectivas u opiniones son contradictorias en su
naturaleza o no pueden ser conciliadas. Sin embargo, los conflictos no
constituyen en sí mismos un problema, no son necesariamente negativos. Según
cómo se los maneje, pueden dar lugar a nuevas ideas, contribuir a una
resolución efectiva de problemas y de toma de decisiones así como constituirse
en una oportunidad para desarrollar o mejorar habilidades interpersonales y de
comunicación (conflicto constructivo). Un conflicto se convierte en un problema
para una empresa cuando afecta la productividad, disminuye la moral de los
empleados, polariza a la gente disminuyendo su cooperación, aumenta y agudiza
las diferencias causando más y continuos conflictos así como comportamientos
inadecuados (Sartori, 2005).
Los conflictos pueden provenir de diferentes fuentes por lo
general se encuentran dentro de las siguientes tres categorías:
1-Factores de comunicación: incluyen pocas habilidades para
escuchar a los demás, compartir información insuficientemente, diferencias en
la interpretación y percepción e ignorar u olvidar aspectos no verbales de la
comunicación.
2- Factores
estructurales: por ejemplo, diferencias en el nivel de
participación y o desigualdades en el sistema de recompensas, pueden llevar a
insatisfacción, resentimientos y dar lugar a conflictos. Igualmente, trabajar
con recursos insuficientes (falta del material necesario, de espacio, recursos
económicos escasos, etc), niveles de interdependencia entre los empleados.
3 Factores personales:
incluyen aspectos como la autoestima, objetivos, valores y necesidades
personales, y liderazgo, entre otros.
Por otro lado, Baron
(2006), visualiza el conflicto en las organizaciones desde otra óptica, a saber:
A- Conflictos intrapersonales
Este tipo de conflictos remite al conflicto interior con uno
mismo. En diversas ocasiones, nos debatimos entre aquello que queremos y
aquello que debemos, conviven en nosotros alternativas que se presentan como
dilemáticas.
B- Conflictos interpersonales
Se refieren a los conflictos que existen entre dos o más personas
porque existen intereses, necesidades, opiniones, y valores opuestos; o bien
aspectos socioemocionales que les generan conflictos.
C- Conflictos organizacionales
Son los conflictos que tienen lugar entre las diferentes áreas u
objetivos aparentemente contrapuestos.
1
Estilos de gestión de conflictos
1.1 Mapa del conflicto
Una forma de gestionar el conflicto es construyendo un instrumento
sencillo pero muy útil denominado mapa el conflicto, en el se analizan tres
elementos esenciales que se relacionan y afectan recíprocamente; las personas,
los procesos y los problemas.
A estos tres elementos
también se les conoce como las tres P del conflicto, que se consideran
elementos indispensables para identificar, gestionar y buscar soluciones a los
conflictos interpersonales.
Las personas: por ser
seres humanos concretos con emociones, necesidades, percepciones, efectos y
valores.
El proceso: se le considera al desarrollo o historia del conflicto,
los procesos de comunicación, el lenguaje y las condiciones de las partes.
Los problemas: son las necesidades e intereses de cada parte,
diferencias de fondo, de forma y de procedimiento.
Construir el mapa y utilizarlo positivamente significa un aporte a la solución de los conflictos.
1.2 La autoestima y la gestión de conflictos
La autoestima es una
aptitud emocional resultado del autoconocimiento, la autorregulación y la
motivación. Es la condición inicial para ser un buen negociador es la
autoestima o valoración personal alta. Valorarse no significa jactarse o
desestimar a la otra persona. Porque nuestra respuesta a un conflicto se basa
en nuestra autoestima. Existe una relación directa entre los complejos de
superioridad, de inferioridad y la respuesta a los conflictos, porque para
negociar hay que saber escuchar y empatizar (Goleman s. f., citado por López,
2008).
1.3 Estilos frente a un conflicto
Para Thomas y Kilmann (s.
f.) citado por López (2008), consideran que desde la preocupación por uno mismo
y la preocupación por la otra persona, existen cinco modos de comportarse
frente a un conflicto:
§ Evitar (tortuga) a)
¿Cuándo evitar un conflicto?
·Lo que resulta perjudicial no es el
conflicto en sí, sino evitarlo; ·evitar el conflicto no hace que los problemas
desaparezcan, sino que les permite permanecer y encontrarse, y después salir a
la luz de forma más negativa; ·la evasión dificulta enfrentar de forma realista
las frustraciones y los problemas inevitables.
§ Acomodarse (oso) ¿Cuándo
ceder frente a un conflicto?
Ceder es comprender que está equivocado o
cometió un error. Muestra que uno es razonable.
Cuando el asunto es más importante para el
otro que para usted y ceder satisface y mantiene la cooperación.
Cuando es necesario transar o renunciar a
parte de los posibles beneficios que tocan a cada parte
Se recomienda ceder cuando obtener aceptación
en asuntos posteriores es más importante para usted en el conflicto concreto;
Ceder para obtener armonía y estabilidad como
condiciones importantes para ganar-ganar;
Para minimizar pérdidas cuando se está en
minoría con relación a la otra parte en conflicto.
Para que los subordinados
aprendan de los errores de Usted.
§ Convenir (hormiga) ¿Cuándo luchar o competir en un conflicto?
Cuando es necesario una decisión rápida;
Cuando hay cuestiones importantes y urgentes que resolver;
En cuestiones vitales para la institución u organización y usted
está seguro de que tiene razón;
En casos de urgencia;
Para hacer cumplir reglas o disciplinas poco populares.
§ Competir (tiburón- toro) ¿Cuándo negociar un conflicto?
Cuando hay oponentes de
igual poder que desean obtener metas mutuamente excluyentes;
Cuando las metas son moderadamente
importantes;
Para lograr arreglos temporales en cuestiones
complejas;
Para lograr soluciones bajo presión de
tiempo; La competencia y la colaboración no tienen éxito.
Se debe negociar cuando hay condiciones entre las partes y
equilibrio de poder.
§ Colaborar (búho) ¿Cuándo desarrollar un conflicto?
Cuando los intereses de
ambas partes son demasiado importantes;
Cuando se requiere
combinar criterios de personas con diferentes puntos de vista;
Para resolver problemas de
sentimientos que han obstaculizado una relación;
El objetivo es garantizar
un acuerdo duradero;
Para mejorar la moral;
Para aumentar la
motivación y productividad;
Cuando se necesitan
soluciones creativas.
Cada persona tiene uno o
más estilos preferidos, pero debe buscar dominar el estilo adecuado para cada
conflicto. No se trata de dar valor absoluto a uno de los estilos, sino que
cada estilo tiene sus ventajas y desventajas que conviene reflexionar y
reconocer para gestionar positivamente los conflictos. El buen negociador maneja
o tiene capacidades para usar todos los estilos con naturalidad adecuadamente.
1.4 Gestionar los conflictos con ganar - ganar
La gestión de conflictos
requiere de un nuevo hábito denominado por Covey (s f.) citado por López (2008)
como “Ganar-ganar”, entendido como la
vivencia del principio de la abundancia, es decir convencerse de que en la
realidad existen suficientes bienes para todas las personas, por lo cual se
debe reducir a la mínima expresión el principio de la escasez que presume la
falta de bienes, ante lo cual los individuos tienden a acaparar primero dando
vigencia la paradigmas de ganar-perder.
Pero ganar-ganar significa
trabajar en el cambio de algunos paradigmas, buscando nuevas maneras de ver y
actuar frente a los conflictos
porque:
Estamos habituados a la
competencia y nos parece natural que unos ganen y otros pierdan
La resolución aparente de
un conflicto puede darse aplicando el paradigma ganar-perder como resultado de
la competencia o de la falsa imagen de ganar-ganar.
La transformación de un
conflicto es posible con el cambio de paradigma ganar-perder que fundamenta la
competencia, por el paradigma ganar-ganar que es la base de la cooperación o
beneficio mutuo.
Un conflicto se transforma
en una nueva oportunidad con el paradigma ganar-ganar porque supera el egoísmo.
Ganar-ganar se fundamenta
en el principio de la abundancia y no de la escasez.
Ganar-ganar es el
beneficio mutuo, la tercera alternativa y tal vez la única alternativa para
transformar positivamente los conflictos, porque si no hay condiciones reales
para ganar-ganar, es recomendable acordar que no hay trato.
1.5 Manejo de diferencias
Existen diversas formas de manejar los conflictos, en este apartado se
abordarán algunas de ellas. El manejo de conflictos es manejo de diferencias
(Entender primero para ser entendido) Los conflictos como algo natural son
reflejos o expresiones de las diferencias. Se requiere entonces gestionar o
manejar las diferencias aunque parezcan irreconciliables o de soluciones
imposibles, porque: Mientras no se expresen las diferencias las partes estarán defendiéndose o agrediéndose.
La relación de poder de las partes influye de manera determinante para el
manejo de las diferencias. El centro de negociaciones de Harvard sugiere:
Serenarse, sintonizar y expresar
sentimientos.
Practicar la escucha empática
Expresión en lenguaje neutro y no de disputa. (López, 2008)
De acuerdo con López
(2008), estas son habilidades necesarias para gestionar o para resolver
conflictos. Pero fundamentalmente se requiere practicar la comunicación
empática o el entender primero para luego ser entendido. Fácil decirlo pero
difícil practicarlo porque cada uno busca que primero lo entiendan antes de
entender. Covey, citado por López (2008), expone que este hábito requiere
superar las conductas típicas mas frecuentes como ser:
·
Ignorar
·
Simular escuchar
·
Escuchar selectivo
·
Escuchar activo
Solamente después de superar estas formas
o niveles de escucha se puede afirmar que llegamos a la escucha empática. El
escuchar empático implica:
Ponerse en los zapatos de la otra persona, mostrando interés por la
conducta no verbal
·
Captar los hechos y los sentimientos sin opinar ni juzgar, sino parafrasear
·
Aclarar si existe entendimiento recíproco
·
Que sus ideas sean descubiertas por la otra persona
La escucha empática produce confianza, porque desde sentirse escuchada, la
otra parte se acerca, se arriesga y se expresa más. Pero si no hay condiciones
o disponibilidad de escucha empática es mejor no engañarse.
El acoso
sexual un tipo especial de conflicto
Durante la
década pasada, la generalización y el costo que implica el acoso sexual,
manifestación de la discriminación basada en el sexo, se convirtió en una
preocupación mayor en el ámbito nacional e internacional.
La OIT
define el acoso sexual como un comportamiento en función del sexo, de carácter desagradable
y ofensivo para la persona que lo sufre. Para que se trate de acoso sexual es
necesaria la confluencia de ambos aspectos negativos.
El acoso
sexual puede presentarse de dos formas:
1- Quid Pro Quo (algo por algo), cuando
se condiciona a la víctima con la consecución de un beneficio laboral - aumento
de sueldo, promoción o incluso la permanencia en el empleo - para que acceda a
comportamientos de connotación sexual, o;
2- ambiente laboral hostil en el que la conducta
da lugar a situaciones de intimidación o humillación de la víctima.
Comportamientos
que se califican como acoso sexual:
Físico: Violencia física, tocamientos,
acercamientos innecesarios
Verbal: Comentarios y preguntas sobre el
aspecto, el estilo de vida, la orientación sexual, llamadas de teléfono
ofensivas
No verbales: Silbidos, gestos de connotación
sexual, presentación de objetos pornográficos
Además del
sufrimiento psicológico de las victimas y del impacto en la sociedad, el acoso
sexual genera un conflicto para las empresas, ya que se generan problemas como
la disminución la productividad de la empresa, debido a: juicio injusto, peligro del trabajo en equipo,
desmotivación, ausentismo No habrá
candidatos para las vacantes en el lugar de trabajo donde se teme por el acoso
sexual; El progreso y la innovación en
el seno de la empresa están amenazados por un entorno en el que reina la desconfianza
y la falta de espíritu de equipo.
Lucha y prevención del acoso sexual
Para
prevenir el acoso sexual, la OIT indica que muchos países han mostrado que la
lucha efectiva contra el acoso sexual en el lugar de trabajo, exige la
combinación de un marco legal y de una mayor actuación de las instituciones,
adecuadamente financiadas, así como una mayor sensibilización sobre el tema,
señala también que varios países han adoptado disposiciones pertinentes que
tratan el tema del acoso sexual en el lugar de trabajo.
BIBLIOGRAFÍA
Baron, E. (2006). Manejo del
Conflicto. Fundación Compromiso, Puerto Esperanza. Provincia de Misiones, Argentina.
Consultado de: https://www.google.co.cr/?gwsrd=cr#sclient=psy-ab&q=manejo+del+conflicto
%2C+Edmundo+Baron&oq=manejo+del+conflicto%2C+Edmundo+Baron&gs_l=serp.12...2585.26869.0.28874.124.62.5.9.12.26.442.10153.0j54j3j0j3.60.0....0...1c.1.23.psy-ab..89.35.3245.YNLc7Tako3M&pbx=1&bav=on.2,or.r_qf.&fp
=a30c52c7583c2e1f&biw=994&bih=632&bvm=pv.xjs.s.en_US.seW1cfrvSKg.O. El 25 de julio de
2013.
López, A.
(2008). Gestión de Conflictos. Caritas
Santa Cruz. Consultado de http://www.mercaba.org/ARTICULOS/G/gestion_de_conflictos.htm. El 6 de julio de
2013.
Sartor,
N. (2005). Conflictos interpersonales en
el trabajo: Como resolverlos. El informativo mensual de EAP de Argentina / LatinA. Noviembre
2005 – N°29 EAPnews. Consultado de i file:///C:/Documents%20and%20Settings
Franz/Mis%20documentos/Vista%20Previa.htm. el 20 de julio de 2013.
Organización
Internacional del Trabajo (1998). Acoso Sexual en el Trabajo. Principios y
Derechos Fundamentales en el Trabajo. Trabajar en Libertad. Ginebra. Suiza
No hay comentarios:
Publicar un comentario