lunes, 5 de agosto de 2013

Relaciones interculturales y diversidad



RELACIONES INTERCULTURALES Y DIVERSIDAD

El mundo tan globalizado que tenemos hoy día, nos ha llevado a una relación dinámica del encuentro de culturas, de ahí la importancia de las buenas relaciones interculturales, tanto en el ámbito personal, educativo y en el de los negocios, sobre todo este último, dada la expansión de las empresas con motivo de la apertura de fronteras en el ámbito internacional, para hacer negocios, situación que amplía las relaciones culturales, económicas y políticas.

Dado el antecedente expuesto en el párrafo anterior, es muy probable que nos encontremos con personas de culturas diferentes a la nuestra, ya sea en el trabajo, en los centros educativos o cuando estemos de viaje. De ahí la importancia de saber como tratar, trabajar o comunicarnos con todos esos grupos diversos a nosotros, bajo el paraguas de la diversidad.

Ahora bien, para entender que es diversidad cultural e interculturalidad, es importante definir que estamos entendiendo por cultura, al respecto la UNESCO (2001) en su “ Declaración mundial de la diversidad cultural, define la cultura como: "como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.”

Con motivo de esta definición, Zúñiga y Ansión (1997), citados por Peñalosa y otros, señalan que:
" (…) al asumir esta definición operativa de cultura, es importante recordar que una cultura se gesta al interior de los diversos grupos a los que los humanos se unen por diversas afinidades, sean éstas ideológicas, de clase, de credo, de origen territorial, de origen étnico, de edad, de sexo, etc. En estos grupos se generan y comparten modos de ser y hasta un lenguaje propio que son cultura". Más adelante señalarán que "la cultura no tiene existencia en sí misma, sino que se refiere a actitudes acostumbradas y a maneras de ser compartidas (dimensión social) de las personas en concreto (dimensión individual)". Esto es importante señalarlo porque es lo que nos da pie para poder entender mejor lo que es la diversidad cultural y la interculturalidad.

Diversidad cultural e interculturalidad 

De acuerdo con Peñalosa y otros (2008), como seres que vivimos en relación, la cultura tenemos que verla también con las características antes descritas, ya que no se dan en el aire. Nuestras propias culturas entran de forma concreta en una relación dinámica con otras culturas. Nos damos así cuenta de que existe una diversidad cultural a nuestro alrededor, es decir, otras formas de percibir al mundo, la naturaleza, la relación consigo mismos y con los demás, con las cuales podemos o no coincidir en un primer momento o posteriormente. Así la diversidad cultural se presenta en espacios definidos donde coexisten grupos humanos con tradiciones culturales diferentes.
El concepto de interculturalidad trata de describir la interacción entre dos o más culturas de un modo horizontal y sinérgico, es un proceso de comunicación e interacción entre personas y grupos culturalmente diferenciados donde no se permite que un grupo esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento el diálogo horizontal y convivencia. Las relaciones interculturales suponen el respeto hacia la diversidad; aunque no se puede evitar el desarrollo de conflictos, éstos se resuelven a través del respeto, el diálogo y la concertación. La interculturalidad no trata solo de la interacción que se da a nivel geográfico, se dirige también, a todas aquellas situaciones en que se presentan diferencias.
La relación entre las diversas culturas que conviven en cualquier país es una relación entre las personas y de ahí sobreviene su complejidad. Cuanto más estratificado socialmente sea un país, esa relación tenderá a ser no solo compleja, sino conflictiva. Es necesario reconocer y asumir el conflicto cuando se presente, pues éste implica contacto con el otro, condición básica para la construcción de una identidad, sea personal o cultural, social.

Entender las diferencias culturales

Para cooperar e interactuar con éxito con personas de otros países y culturas, no es suficiente tener amplios conocimientos a nivel técnico y lingüístico. Es además requisito fundamental comprender formas de trabajar, pensar y comunicar diferentes a las propias. El desconocimiento de las diferentes características culturales que afectan a la vida laboral, puede dar lugar a malentendidos que podrían ocasionar el fracaso de la cooperación. En cambio, si sabemos reconocer las diferencias y gestionarlas de una manera provechosa, las podemos convertir en aspectos favorables.

Para lograr este cometido se hace necesario conocer y comprender las diferencias culturales que influyen en la manera de trabajar y comunicarse con los demás. Elaborar tácticas para interactuar de manera más eficiente con personas de otras culturas y  aprender a utilizar  herramientas para mejorar la comunicación y resolver posibles conflictos.
En el mundo laboral, en la actualidad se considera que la competencia intercultural va a ser o es ya, un elemento clave en el logro profesional intercultural y una base primordial para el ejercicio de la ciudadanía por parte de aquellas personas que se encuentren en contextos culturales que no sean los propios. Según Aneas (2009): La competencia intercultural posibilitará a la persona a un mejor desempeño profesional cuando se den relaciones interculturales, y propiciará la integración socio laboral de minorías culturales.
En este sentido, (Aneas, 2009). “(…) concibe la cultura no sólo como un conjunto de factores visibles como pueden ser la lengua, el origen geográfico, la etnicidad, etc. sino que incluye otros elementos de naturaleza cognitiva y afectiva que afectan a la persona, su identidad, conductas y juicios, tanto con relación a sí mismo como con relación a la interacción con la naturaleza y las otras personas. Por ello mismo, es muy importante que no se circunscriba el ámbito de acción de la competencia intercultural a contextos productivos. La educación, la intervención social y sanitaria, incluso en organizaciones sin ánimo de lucro, son entornos en los que se plantean metas y se desarrollan actividades profesionales (gestión, intervención, comunicación...); cuando dichas actividades afectan a personas de diversas culturas, se generan relaciones interculturales para las que la competencia intercultural resulta ser un factor fundamental. Así pues, que quede claro desde un inicio: la competencia intercultural es un atributo transversal, valorable y útil a todas las personas que trabajan en relación con personas de otras culturas y, por lo tanto, posible recurso para el ejercicio de la ciudadanía o medio para el logro de la misma.
Leboyer (1996, citado por Aneas (2009) indica que el concepto de competencia intercultural ha sido utilizado desde diversas acepciones semánticas como autoridad, capacidad profesional, competición, cualificación, incumbencia e incluso como suficiencia.
Por lo antes expuesto, se considera que la competencia intercultural de una persona implicaría que se le califica como hábil, eficiente o apta para desarrollar sus tareas y funciones en contextos profesionales multiculturales. Pero esta capacidad, esta competencia comporta toda una serie de requisitos, actitudes, destrezas, conocimientos que son los que permiten, a dicha persona, dar una respuesta adecuada a los requerimientos de tipo profesional, interpersonal y afectivo que emergen de los citados contextos multiculturales.
Según Aneas (2009), las bases que determinan la competencia intercultural se podrían establecer a partir de dos grandes ámbitos: la cualificación profesional y, las bases psicosociales de las relaciones interculturales.
Por otro lado la revisión de la literatura ha mostrado como en las relaciones interculturales, es decir, la situación en la que personas de diversas culturas entran en contacto, se activan una serie de procesos psicológicos y sociales que determinan la naturaleza y resultado de las mismas. De dichos procesos cabe destacar la generación de ansiedad causada por la situación de incertidumbre que sienten las personas al actuar o interactuar en contextos culturales no propios. Ilustrando tal sensación, Stephan, Stephan y Gudykunst (1999) citados por Aneas (2009) consideran que:
“Cuando personas que proceden de diferentes grupos interactúan, experimentan de un modo u otro cierta preocupación. Preocupación que puede deberse a la posibilidad de no ser suficientemente capaces para desenvolverse, preocupación de salir perjudicado del encuentro, preocupación por poder ser víctima de malos entendidos, afrentas, etc. La ansiedad generada por todas estas posibilidades puede crear en sí misma dificultades y afectos que dificulten dicha relación”
Tomando como base a lo anterior de  Aneas (2009) cabría decir:
“La persona con competencia intercultural evaluaría apreciativamente los aspectos de su propia conducta profesional, de las conductas de las otras personas con las que ha de relacionarse, y los requisitos del trabajo y la organización desde la perspectiva de la cultura. Siendo capaz de dar respuesta a dichos requerimientos (técnicos, sociales e institucionales) mediante conductas fruto de la reflexión, la comprensión y la sensibilidad intercultural. Conductas fruto de una actividad dialógica y crítica, en la que el conocimiento de uno y respeto por el otro, sean las bases sobre las que analizar las situaciones y plantear las respuestas más adecuadas de una manera proactiva”.
Los efectos de la competencia intercultural son diversos y abarcan dimensiones psicológicas, sociales o profesionales tanto en el plano social como en el individual. Dichos efectos son la adaptación social, la integración cultural, el incremento de la idoneidad profesional y la salud psicológica y tienen,  estrechas relaciones con el ejercicio de la ciudadanía.
Aneas (2009) concluye, que la competencia intercultural, debido a los conocimientos, actitudes y capacidades que comporta, sus efectos en la persona y en el entorno en que se manifiesta puede ser un recurso clave par el ejercicio de la ciudadanía en una sociedad plural.
Por último, Bartolomé (2002) citado por Aneas (2009) considera que en  una sociedad en la que todos los que vivimos y trabajamos en ella, debemos aspirar a construir un proyecto común de sociedad y aprender a desarrollar en este espacio común compartido, una sociedad democrática. 

Barreras de la comunicación intercultural

De acuerdo con Nobleza y Lande (s. f.), la comunicación intercultural puede ayudar a crear una atmósfera que promueva la cooperación y el entendimiento entre las diferentes culturas, y posee características especiales que le pueden permitir realizar tal función. Estas características son: sensibilidad a las diferencias culturales y una apreciación de la singularidad cultural; tolerancia para las conductas de comunicación ambiguas; deseo de aceptar lo inesperado; flexibilidad para cambiar o adoptar alternativas; y expectativas reducidas respecto a una comunicación efectiva; por ejemplo, uno estará satisfecho si ha logrado comunicarse al menos a cierto nivel de entendimiento, en vez de a un nivel de entendimiento total.
La comunicación intercultural es una materia orientada hacia la práctica. Su enfoque central está en las fallas y problemas de comunicación intercultural en contextos interculturales o multiculturales. La habilidad en la comunicación intercultural se puede aplicar en la administración de empresas, el desarrollo de trabajo y otros campos del conocimiento a asesoría, en los que se interactúa con personas de orígenes y culturas diversas.
Nobleza y Lande (s. f.), definen “(…) la comunicación intercultural  como el proceso de interacción simbólica entre individuos y grupos que tienen diferencias culturales reconocidas en la percepción y las formas de conducta, de tal manera que esas variaciones afectarán significativamente la forma y el resultado del encuentro.”
El concepto de diferencia es una dimensión importante de la comunicación intercultural. El aspecto crítico es el grado de diferencia que existe entre los participantes.
Algunas variables culturales en las que se puede estimar el grado de diferencia incluyen el lenguaje, los códigos no verbales, el rol en las relaciones, la forma de ver el mundo y los patrones de pensamiento. Dichas variables pueden influir en la forma, la dirección y el resultado del encuentro intercultural.
Blanca (2013), señala que los procesos ligados a la comunicación son complejos. Los principales problemas en la comunicación residen en que el mensaje que puede que nos sea comprensible para parte de los interlocutores no lo es para todos y por ello no se puede formar diálogo entre ellos.
Por otro lado cabe señalar que a veces es del todo imposible trasmitir con certeza absoluta lo que se está pensando, o el mensaje en cuestión hacia nuestro interlocutor, ya que cuando se expresa una idea se debe codificar en palabras para trasmitirla y a su vez el que la recibe tiene que decodificar el mensaje para formar su propia idea, que no siempre coincide. Es así que en este proceso se producen modificaciones que dificultan la comunicación y su comprensión.

También los distractores tienen importancia cuando el mensaje no llegue adecuadamente al o a los receptores. Uno de los principales distractores es el ruido, entendido este como cualquier proceso que impide que se transmita adecuadamente el lenguaje aunque existen de varios tipos.
En este proceso se identifican 3 tipos de barreras: 

Barreras Ambientales:
Hablamos de barreras ambientales cuando el tipo de barrera para la comunicación proviene del ambiente; son por tanto barreras de tipo impersonal. Pueden ser de muchos tipos como físicas, como los ruidos, visuales una incomodidad física que impida que el mensaje se transmita adecuadamente. Es un tipo de barrera muy fácil y a su vez, muy fácil de solventar.

Barreras Verbales:

Las barreras verbales provienen de los emisores o de los receptores del mensaje. Puede ser simplemente que el emisor emita muy rápidamente el mensaje. Otra de las barreras verbales más habituales consiste en que el emisor y el receptor no comparten el mismo código, esto es, el idioma en el cual se emite el mensaje con lo cual la comunicación se torna imposible. Otra de estas barreras verbales consiste en la falta de conocimiento que el receptor tiene del tema, sobre el que versa la comunicación.

Barreras Interpersonales:
Entre las barreras interpersonales que impiden la comunicación se encuentra la percepción. Cada una de las personas que recibe un mensaje realiza una adscripción de significado de lo que se encuentra oyendo y esto depende mucho de la posición subjetiva del oyente sobre el mensaje.
La diferente interpretación del mensaje también tiene mucho que ver con el bagaje cultural o profesional del receptor ya que si, por ejemplo, el receptor es ducho en la materia del mensaje tendrá mayor comprensión de lo que se está hablando.

Una forma pero no la única para solventar las barreras de comunicación son los distintos procesos educativos, que en algunos casos son lentos.


BIBLIOGRAFÍA

 Aneas A. (s. f.) Competencia Intercultural, Concepto, Efectos e Implicaciones en el Ejercicio de la Ciudadanía. Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653), España.

Nobleza, C. y Lande, A. (s. f). Comunicación Intercultural. Consultado el 15 de julio de 2013 de  Ewww.lie.upn.mx/docs/Diplomados/LineaInter /Bloque3/... / Lec3.pdf‎.

Peñaloza, J. Martínez, L. Peñaloza, C. (2008). Diversidad Cultural e Interculturalidad. Revista digital Mensajero Ecuvives. Boletín N° 5. Venezuela.
UNESCO (2001). Declaración Mundial de la Diversidad Cultural, aprobada en la 31ª Reunión de la Conferencia General, Paris, 2001


No hay comentarios:

Publicar un comentario